De Platón a Maluma es el intento por replicar lo que ocurrió aquella vez, en la que solo quería solucionar algo, y me di duro contra una realidad.
Algo que nos pasa todos los días, lograr que nos presten atención, sobre todo si eres profesor.
Trabajaba en la biblioteca pública Héctor González Mejía de la ciudad de Medellín, una de las experiencias más gratas, en parte por poder estar del rol de quien enseña. Y como bien he dicho, me di duro contra una realidad, la de lograr llamar la atención de los jóvenes.
Y los entiendo, yo no representaba una nota, un premio, solo era una voz en off que podía ser ignorada.
El cuadro era caricaturesco, audífonos en las orejas, miradas esquivas, dedos pulgares deslizando en pantallas, ruidos comparables con una indigestión de bolas de papel. Había que aceptarlo, ni yo quería escucharme.
Me dispuse e indispuse con textos de pedagogía, que no tienen función alguna en la actualidad, más que para hacer historia, pues en lo practico no tenían cabida.
Confieso que cuando algo no me gusta lo ignoro, es egoísta de mi parte, pero en el imperio de la individualidad somos dictadores de nuestros deseos y aceptamos o negamos la entrada a nuestros corredores de cientos de cosas, que quizá podrían ayudarnos, como en esta ocasión.
La solución no la encontraba en libros, así que fui a la fuente, aplicando el método científico, una simple pregunta.
– ¿Qué escuchas?
La respuesta la tienen en el título; los títulos son spoiler; así que ya deben saber que se trataba de Maluma, llamando mi atención específicamente Cuatro babys.
Una obra caracterizada por el amor y el erotismo en diferentes aristas, la monogamia agonizante y la poligamia naciente, entre otras temas relevantes.
Debo decir que Maluma es un genio avanzado a nuestro tiempo, que comprendía perfectamente una de las obras insignias de Platón, El banquete,
un texto que toca las diferencia entre el amor “bajo” puramente físico, y el amor “alto” puramente espiritual y romántico.
Sigmund Freud fue motivado por la obra del filosofo para definir el Eros como una de las pulsiones vitales del ser humano.
Pero centrémonos en los genios actuales, y como Maluma creó la continuidad de esta obra de Platón, y más importante aún, ayudo a que mis alumnos de esa época por fin me prestaran atención.
A esos jóvenes les leí lo siguiente, cuyo título es homónimo de este.
De Platón a Maluma.
“La primera se desespera, se encojona si sé lo hecho afuera.
La segunda tiene la funda, y me paga pa’ que se lo hunda
La tercera me quita el estré’, polvo’ corrido’ siempre echamo’ tre’
A la cuarta de una le bajo la luna”.
Cuatro babys – Maluma y otros.
Cuando culmine ese estribillo, se destaparon los odios, todos los ojos se dilataron hacia mí, y los pulgares se inmovilizaron.
Sonara obvio, pero no es simple, hay que aceptar que se esta viejo y que el lenguaje a cambiado, hay que adaptarse; proseguí con nombrarles a Platón y la atención se volvió duda, y la duda de nuevo se vuelve atención.
Platón describía en El banquete, un ser perfecto, cuatro manos, cuatro piernas, dos rostros en una cabeza; poderosos e inteligentes, sin necesidades.
Algunos eran femenino y masculino, otros ambos femeninos o ambos masculinos, llegaron a creer que podían retar a los mismos dioses, pero los dioses fueron quienes los crearon.
Algunas mitologías llegan a mencionar que el mismo Zeus fue el que temía más el perder su poder ante su creación.
Estos seres, decidieron atacar el monte Olimpo, y el mismo dios Zeus lanzo un rayo que los dividió en dos, dos partes, un cabeza, dos brazos y dos piernas, condenados desde entonces a buscar su otra mitad.
En palabras de Platón:
“no es más que una mitad de ser humano, que ha sido separada de su todo como se divide una hoja en dos.”
Platón – El banquete.
Maluma entonces a logrado traer este mito a la actualidad, y el fue el único que a comprendido que de nuevo los dioses nos han dividido.
Ya no somos dos mitades para ser uno, somo cuartas partes, buscando nuestros complementos existenciales.
Ya no nos basta con un amor, y aunque tengamos aun dos brazos y dos piernas, nuestro deseo se a dividido en rayos de Zeus que se multiplican por nuestra cantidad de insatisfacción.
Para sentirnos perfectos, poderosos, ya no nos basta con un medio, requerimos más, y Maluma así lo entendió, cubriendo no solo las necesidades espirituales, sino las físicas, el amor alto y el amor bajo.
Además, el número cuatro, tan recitado en su canción,
es quizá un paralelo oculto para explicar que el ser humano solo tiene estabilidad como la tiene una mesa o una silla, con cuatro patas.
“Estoy enamora’o de la’ cuatro
Siempre la’ busco despué’ de la’ cuatro
A la’ cuatro le’ encanta en cuatro
Y yo nunca fallo como el veinticuatro”
Cuatro babys – Maluma y otros.
De Platón a Maluma, el genio moderno, heredero de Prometeo.
Es importante mencionar, que algunos seres, aunque les ayuden cuatro o más personas a hacer su obra, no se dan cuenta del impacto de lo que hacen.
Hay genios que nunca supieron que lo eran, y tontos que tienen la suerte de ignorar lo que son.
En de Platón a Maluma, quiero hacer un llamado a anular los formalismos,
porque puede tener una mejor lectura del contexto una canción, que un tratado doctoral, y esto es importante a la hora de educar.
Con este texto quiero invitar a quien se puso al otro lado del fuego para hacer las sobras, que serán el conocimiento de las nuevas mentes que nacen y aún viven en la caverna,
Comprender algunas cosas en el mundo no da superpoderes,
disfrutar y aprender de lo vivencial, y transmutar entre el alumno y el profesor nos lleva a ser mejores en cualquiera de los dos roles.
Te invitamos a leer El banquete de Platón, comprender un poco voces inmortales. Lo puedes comprar aquí.
Fuente:
Escritos inmaduros de la universidad.
Por: Andrés Valencia Tobón
Bibliotecólogo de la Universidad de Antioquia.