Pero claro, puedes vivir feliz-mente engañado.
Hace unos meses, la famosa Carolina Giraldo Navarro, más conocida como Karol G, dijo haber leído Deja de ser tú de Joe Dispenza (Libro de autoayuda). Aunque no explicó de qué trataba (sólo dijo que lo leyó rápido, ¡muy rápido!), revivió las ventas de un libro que ya era un best-seller en todas las librerías. Lo que nos hizo pensar: ¿será que las librerías deberían rendirle homenaje por el aumento en ventas de esos títulos que, ya de por sí, se venden como pan caliente? Y, a la vez, nos inquieta la triste realidad: ¿es que eso es lo mejor que tienen las grandes editoriales para ofrecer? Por eso decidimos escribir esto.
¿Los libros de autoayuda realmente sirven para algo?
Los libros de autoayuda llevan años gozando de una popularidad inmensa, llenando estantes con títulos que parecen más caramelos vacíos que soluciones reales. Son promesas empaquetadas en frases motivacionales y recetas rápidas para alcanzar la felicidad, como si la vida fuera un tutorial de YouTube. Prometen transformar tu vida con una fórmula infalible de tres pasos, pero… ¿realmente sirven de algo? si, para llevarnos a la trampa del positivismo toxico.
La trampa del pensamiento positivo.
El pensamiento positivo se vende como el atajo a la felicidad y el éxito, pero lo que no te dicen es que puede ser una trampa mortal. Si insistes en ver todo con lentes rosadas, terminas ignorando las emociones incómodas y los problemas reales. La tristeza, la frustración y la ansiedad son emociones humanas válidas, no son “enemigos a derrotar”. Pretender que todo está bien bajo una capa de positivismo barato es como cubrir una herida con una tirita cuando en realidad necesitas una cirugía. Y, claro, tampoco podemos olvidarnos de ese mito tan de moda: “Tú eres el único responsable de tu vida”. Sí, claro, y la culpa de todo lo malo en tu vida también es culpa tuya. Pero no te preocupes, nada de mencionar factores como la economía, la salud mental o la influencia de las relaciones humanas.
El engaño consciente: ¿vale la pena?
Incluso si son puro espejismo, hay quienes prefieren vivir engañados. Si un libro de autoayuda te da la ilusión de tener el control de tu vida, ¿realmente es tan malo? Tal vez sea como usar un flotador en el mar: sabes que no te llevará a ningún lado, pero por lo menos te mantiene a flote un ratito. El problema es cuando te crees que el flotador es un yate y empiezas a pensar que todo lo que necesitas es el siguiente libro para alcanzar la iluminación. La autoayuda puede ser inspiradora, pero rara vez sustituye el trabajo real, ese de enfrentarte a tus demonios, tus miedos y tus inseguridades.
La búsqueda del sentido
En lugar de seguir buscando en las páginas de autoayuda, ¿por qué no seguir el ejemplo de Viktor Frankl? En El hombre en busca de sentido, Frankl nos dice que el verdadero propósito viene de enfrentar el sufrimiento y buscar significado. Y no, no hablo de ese tipo de sufrimiento superficial de no poder encontrar estacionamiento. Hablo de lo genuino, de lo profundo, de ese dolor que te moldea y te obliga a conocerte de verdad. Puede ser incómodo, incluso aterrador, pero esa es la única manera de crecer realmente.
¿Más feliz, más estúpido?
“Entre más estúpido, más feliz”. Lo sé, suena brutal, pero tiene toda la lógica si lo aplicamos a los libros de autoayuda: quienes no cuestionan demasiado y se dejan llevar por respuestas fáciles son, de alguna manera, más felices (y más estúpidos, claro). El problema es que, muchas veces, estos libros simplifican todo a tal punto que nos pierden la complejidad necesaria para el verdadero cambio. No todos los libros de autoayuda son malos, pero la clave está en tener una mente crítica y saber distinguir lo útil de lo trivial. Es importante preguntarnos: ¿esto me está ayudando de verdad? ¿Qué evidencia hay detrás de estas afirmaciones?
¿Por qué son tan populares?
La respuesta es obvia: venden esperanza. En un mundo donde todo va tan rápido y queremos soluciones instantáneas, estos libros se presentan como la respuesta fácil. Prometen una vida mejor sin esfuerzo, y claro, ¿quién puede resistirse? Su lenguaje fácil y amigable, junto con promesas de sentido para nuestra existencia, los convierte en una fórmula irresistible. La inmediatez está de moda, y los libros de autoayuda son el accesorio perfecto para esa vida de resultados rápidos.
El marketing detrás de todo esto
Aquí es donde entra el marketing, ese gran aliado de la autoayuda. Las estrategias publicitarias se encargan de hacernos creer que con solo abrir un libro, nuestra vida cambiará. Testimonios de personas que afirman haber encontrado la felicidad tras leer unas páginas se convierten en la prueba de que todo es posible. La narrativa es clara: si otros lo lograron, tú también puedes. Pero detrás de todo esto hay una gran mentira: el contenido real es, en muchos casos, tan vacío como el marketing que lo rodea.
Volviendo a la inspiración de este texto: Karol G y los libros de autoayuda
Karol G recomienda libros como Deja de ser tú o Mujeres que corren con los lobos, reforzando la idea de que estos libros son para aquellos que buscan respuestas rápidas sin complicarse mucho. Claro, Karol G es una artista increíble, pero… ¿es ella la mejor fuente para referencias literarias? No es que sus recomendaciones invaliden los libros, pero invita a reflexionar sobre si deberíamos tomarnos en serio las sugerencias de figuras públicas cuya vida está más enfocada en la imagen que en el contenido.
La influencia cultural
Las figuras públicas, como Karol G, contribuyen a crear expectativas poco realistas. Al promover libros que prometen soluciones rápidas, corren el riesgo de alimentar la idea de que podemos solucionar nuestros problemas personales con simples afirmaciones o recetas mágicas. Lo que realmente necesitamos es enfrentarnos a nuestra realidad con honestidad, sin dejar que nos sigan vendiendo espejismos.
Lecturas que desafían
Frente a la superficialidad de la autoayuda, encontramos a artistas como David Bowie, Patti Smith y Tom Waits, que sugieren lecturas más profundas y desafiantes, como 1984 de Orwell o las obras de Bukowski. Estos libros no prometen soluciones fáciles, sino que nos invitan a reflexionar sobre la complejidad de la vida y a encontrar nuestro propio sentido.
Lo que leemos dice mucho de nosotros
No se trata de criticar a quienes leen autoayuda, sino de cuestionarnos qué buscamos en nuestras lecturas. ¿Buscas una respuesta rápida que te dé tranquilidad, o prefieres un desafío literario que te empuje a crecer de verdad?
Y tú, ¿qué libro tienes en tu mesa de noche? ¿Es una pompa de marketing o un viaje hacia lo desconocido? La elección es tuya; recuerda cuestionar lo que consumes literariamente si de verdad quieres crecer como individuo.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.